“Yo os lo digo: hace falta tener un caos dentro de ti, para poder dar a luz una estrella bailadora”.
Así hablaba Zaratustra, Friedrich Nietzsche.
Dejando de lado las ideas de la pesadez de los tiempos de Don Fede ,era un tema que estaba pasando por mi mente hace días y sobre todo después de hecharle una hojeada a la tesis de Vadich.
¿Cuál es su Performance?
La forma de observar y describir la tensión entre ser joven/ser adulto al nivel del sí mismo, es a través de la performance. Observando las interacciones como rep
resentaciones teatrales, Goffman se enfoca en el medio en el cual se mueven los actores, el rol que desempeñan, las mascaras que llevan puestas y en cómo, con estos elementos, los actores tratan de controlar las impresiones de su público. Por tal razón, la perspectiva dramatúrgica de Goffman permite analizar cómo los jóvenes crean y ponen en escena su sí mismo.
Hay inciertas contradicciones en el día a día, ya sea porque tengo 28 y ante la mirada de los otr@s tengo que asumir mis roles como adulta, debo de decir el periodo del paso de la juventud a la adultez no se me ha mostrado difícil, pero no puedo dejar de olvidar mi mirada al mundo de los adultos cuando niña. Odiaba a los adultos, eran seres imcomprendidos para mí,mi máximo sueño era que alguna vez existiera algún tipo de mundo donde solos l@ niñ@s pudiesemos autogobernarnos o asumir algún tipo de poder, a lo mejor algún germen anarko-infantil que tuviera, puedo asumir la autoridad pero siempre andaba reclamando.
Como "Adulta" me suenan pesadas las etiquetas, hubo un tiempo en el que me negué a casarme, ser "una vaca reproductora" ,todo lo que pudiera obligarme a tomar rumbos de persona adulta, mi veterano padre, me miraba y me decía que la vida solita se encargaba de enrrielarnos a los más abocados a algún tipo de individualismo, y claro nadie puede navegar contra las normas y el peso social, ¿Pero qué fué del espíritu lúdico de la infancia? ¿Nos convertiremos en adultos encorbatados y trabajadoras de taco aguja? ¿Cuál es la secreta carga que nos hace transformarnos en seres grises? no le temo a la vejez, es más siento que ahora son mis mejores años, como lo será mi vejez y que estaré como los veteranos del video de Sigur Ros Hoppipolla, es más hoy estuve con una veintena de veteranas, muertas de la risa, y a pesar que son viudas y casi la mayoría vivían solas, un instinto de la no pesadez las unía, es más creo que la más tierna infancia y la veteranía están unidas con un lazo mágico, me recuerda cuando fuí a ver UP, mi madre y los niñ@s de la fila de atrás de una delegación de la escuela se reían como locos, compartiendo códigos antiguos que l@s adult@s hemos olvidado o no podemos vislumbrar por la pesada carga, a despercudirse el gris!!!
PD: Agradecimientos a Vadich y lo cito con la formula Harvard apropiada :
Bonnefoy y Ursic (2009): La tensión por la adultez como performances: Impresiones e interacciones de adultos jóvenes santiaguinos en el ambiente del carrete. Universidad Diego Portales; Santiago.


Mefista, pero la infancia siempre es algo tiránica. El egocentrismo infantil es tremendo, el gris adulto viene de darnos cuenta de que no somos el centro. Puede ser que la adultez esté desprestigiada por la sociedad de consumo actual, puede ser que los marketeros sueñen con que seamos niños impulsivos y abuelitos regaloneadores, dedicados a comprar... No sé, puedo estar equivocado pero la infancia no es el edén
ResponderEliminarMi satírico Contrariado: me huele que en sus sesiones de Medium le entró el espíritu de Hobbes, pues en la más Rosseau le contesto que no necesariamente,tampoco tenemos que volver a la Etapa oral de Freud, pero al menos dejar que algunas pulsiones fluyan solas, y al final somos todo y uno: abuelitos impulsivos y niños regalonenadores, con algún gris que deberíamos dejar en la casa de vez en cuando.
ResponderEliminarPerformance:
ResponderEliminarNi el pasado
Ni el presente
Ni el futuro
sólo las carjadas,
las lágrimas
y los pensamientos
Uno
Dos
Tres, momia es
Perdón mil por haber leído antes. Pero tu sabes... atrapado en la cordillera y eso.
ResponderEliminarLo que mostramos en la tesis sería que el peligro reside en otro lado bien distinto a las corbatas y los mocasines, que de a poco estarían hasta desapareciendo. El poder de lo adulto y de la fomedad, es peligro mayor de todos, estaría viniendo de los otros como nosotros. Hablando en sociólogo, la biografía generacional compartida. Quienes hacen sentir pendejos o awelis serían nuestros amigos casados, amigos con carrera, amigos con familia. Nos comparamos con ellos y nace el sentimiento de andar bien o mal. Recordarás el caso Felipe, quien perfectamente puede ser un pendejo funcional. Nadie se lo evita, salvo el cuchicheo de sus congéneres. Él los ignora, pero otros no.
Por otro lado, ingresar a la máquina adultocrática significaría someterse a su voluntad; al contrario, termina consistiendo en una destrucción a la imagen que nos formamos cuando rebeldes. Se capta al mundo adulto como tan imperfecto como cualquier cosa, y a los adultos que lo habitan como seres vulnerables y con faltas. Dejan de ser una abstracción para convertirse en lo cotidiano: gente tan frustrada por no haber hecho lo que querían hacer como tú o como yo.
De hecho, hasta ahora eso es lo que ha provocado más admiración entre los expertos: de nuevo en sociólogo, que mostremos la adultez como un proceso también subjetivizado e infinito, bastante distinto a los medios que insisten en poner al adulto como enemigo (y aqui le doy la razón a Contrariado). Eso es recontra notorio en la panóramica de los estudios de juventud actuales. Varios de los investigadores por ahí nunca dejaron de odiar a los adultos. Y son gente que se acerca a los cuarenta. Hay algo raro en ellos cuando escriben sobre las emancipaciones afectivas; citando a mi profe lector, "feos rollos edípicos".
Ups mi estimado Vadich, me ha descubierto el trauma de Electra, será la crisis pre 30...no se lo puedo negar, un abrazo.
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