lunes, 24 de mayo de 2010

Los Límites de la Choledad




Aprendió a tomar mate, a dormir solo, a caminar por las calles lluviosas del otoño en el sur, a extrañar la ciudad opacada.

Se cubre de olores de leña seca o verde, se rié con los perros que duermen al sol, descubre en su amarillo de nubes que todo puede explotar.




No hay comentarios:

Publicar un comentario